CRÓNICA VIAJE A LOS ALPES PARA RUEDAS CHARRAS ETAPAS V a XII

Continuamos con la crónica de la ruta por los Alpes para el motoclub ruedas charras

Día 5:

Domingo 20 de Julio

Tras un desayuno con chocolate suizo con vistas al lago, nos dirigimos hacia el Grimselpass (2.165m), donde descubrimos varias presas y mucho viento:un auténtico vendaval que te obligaba a sujetar la moto con fuerza en cualquier mirador. Comenzó a llover, pero aún así hicimos el Furkapass (2.431m) –no quedaba otra, había que seguir la carretera- he de mencionar que tanto los coches como autobuses se orillaban para dejarte pasar o te indicaban el adelantamiento, todo un lujo.

Aún con lluvia los paisajes merecieron la pena. Continuamos hasta Andermatt.

La entrada a Luzern no está muy bien indicada, pero por cualquiera de sus calles puedes ver palacetes, aunque es en la plaza del mercado y estación de autobuses donde empiezan a verse bellos edificios muy bien cuidados, el puerto, y como no, sus puentes.

Kapellbrücke mide 200m de largo y tiene adjunta la torre de Wasserturm, que es octogonal y data de 1350. El techo de madera del puente conserva “solo” 30 pinturas que Hans Wägmann realizó en el S.XVII para ilustral la historia de la ciudad; al verlas es como si estuvieras en un museo en plena calle, pero en este caso dentro del puente. Mereció la pena. Dejamos la moto cargada mientras realizamos la visita y evidentemente nadie tocó nada. Es otra cultura.

Continuamos nuestro viaje hasta Meersburg (Alemania) con abundante lluvia.

 

Día 6:

Lunes 21 de Julio

Meersburg es un pueblo con encanto, tiene castillos, palacios, iglesias, incluso un molino de agua. Está a orillas del lago Bodensee que es famoso por tener tres fronteras Alemania, Austria y Suiza. Además cuenta con dos puertos y toda su ladera está cubierta por un manto de vides, de hecho son famosos sus vinos.

Cogimos un Ferry para cruzar el Bodenseee hasta Konstanz, donde disfrutamos de un agradable paseo por sus calles y visitamos la catedral donde se hacía referencia al Camino de Santiago.

Todas estas ciudades, aunque con mucha gente, transmiten tranquilidad, tienen muy bien integrados los carriles bici y las ciudades están muy limpias.

Hicimos varias compras y curiosamente tienen mejores precios que en España (y menos iva!).


A media tarde comenzó a llover, por lo que la visita a Lindau queda pendiente para la próxima vez.

 

Día 7

Martes 22 de Julio. El Castillo de Neuschwanstein o del Rey Loco.

La lluvia sólo nos dio tregua para cargar la moto a toda prisa antes de un buen desayuno; a los 20Km parecía que estaban rodando el diluvio universal, tomamos la autovía y por fin llegamos a Füssen, y allí estaban los majestuosos castillos, que aun con lluvia son espectaculares.

Como apunte destacar que estos castillos son los monumentos más fotografiados de Alemania, que en verano reciben más de 10.000 visitantes diarios de todo el mundo y que en la II Guerra Mundial los nazis lo utilizaron y estuvieron a punto de volarlo antes de ser recuperado por los aliados.

Como anécdota mencionar que llevábamos botas de moto pero ventiladas con rejilla tipo goretex, no goretex y por ello después de 200km ante semejante aguacero en el que no merecía la pena parar pues el tiempo no iba a cambiar, no quedó otra que vaciar las botas del líquido elemento (literal) y tras escurrir los calcetines realizamos la visita, primero al viejo castillo, coronado por un cisne negro y con dos lagos a sus espaldas, y luego tras una caminata por la ladera de la montaña al Neuschwanstein Schloss. A medida que te vas acercando a ellos, desde distintas perspectivas parecen castillos diferentes. Fue impresionante.

Para algunos el castillo de Neuschwanstein es obra de un genio (el propio rey intervino decisivamente y caprichosamente en su ejecución –hoy inacabado) y para otros es una aberración.Que cada uno vea las fotos y saque sus conclusiones. Para nosotros es la obra o capricho de un genio una maravilla arquitectónica.

Volviendo al viaje, comimos a los pies de los castillos mientras veíamos bajar la niebla y continuamos el camino, con lluvia continua, viendo lagos y atravesando el Fernpass (1.209m) en los Alpes austriacos, respirando el verde de sus bosques. Hasta llegar a St. Petteneu am Arlberg.

Día 8

Miércoles 23 de Julio. Paso del Stelvio. Grandioso.
Tras un agradable desayuno nos dirigimos al Paso di Resia (1.507m), las montañas de no menos de 3.000m van franqueando todo el camino, ves sus cascadas del deshielo y sus frondosos bosques en las laderas, es un trayecto realmente apasionante, una vez en Italia dejamos los trastos en el hotel Stern en Prato a. Stelvio, y aprovechando que no daban lluvia solo para ese día, nos marcamos una “rutilla”.
En Sluderno se puede visitar el castillo, continuamos camino de Glorenza, pueblo fortificado, y tras una rápida visita a Müstair (patrimonio de la Unesco) donde se conserva una abadía benedictina fundada en el s.VIII por Carlomagno,nos hacemos el Ofenpass (2.149m) donde en la cima, nos espera una cafetería con una Suzuki en el tejado.
En Zernez continuamos por el Flüelapass (2.383m), y llegamos a Davos, se nota que estamos en terreno de estaciones de esquí, hay hoteles y telesilla por doquier.El camino hacia Tiefencastel es muy sinuoso y con buen asfalto. El Julierpass (2.284m) está rodeado de árboles y a mitad de camino puedes hacer un alto para ver una presa hidroeléctrica. Una vez en St. Moritz se aprecia que es una de las zonas pijas de Suiza, por los edificios, el famoso casino, el lago navegable…etc.Basta decir que ha acogido dos veces los juegos olímpicos de invierno y cuatro veces los campeonatos del mundo de esquí alpino. Dispone de centro de aguas termales. Continuamos hacia Pontresina y a medio camino del Paso del Bernina (2.330m) empiezan a bajar las nubes, la niebla se adueña de la carretera,..y empieza a llover. La solución? Continuar el viaje, estamos en el punto de no retorno y solo cabía rezar para que la lluvia no fuera a mas porque habíamos reservado la joya de la corona para la última hora de la tarde;, sí compañeros, tras las aburridas y parcheadas carreteras hasta Bormio, nos encontramos a los pies del paso del Stelvio (2.757m). Hasta ahora, todos los pasos que habíamos realizado tenían muy buen asfalto y una gran variedad de tipos de curvas, pero este en comparación es un camino de cabras, técnicamente complicado y a veces peligroso con fuertes pendientes y muchas curvas de primera(bendito motor bicilíndrico!); tornanti tras tornanti tan famosas fuimos apreciando su belleza, la gran maravilla de hacerlo completamente solos (cruzamos un coche y dos motos en todo el trayecto). La montaña escarpada, sus túneles de gruta profunda, sus cascadas a los lados, y más tornantis. A medida que subes cambia el paisaje, se hace más agreste a media montaña, pero en la cima, ya sin nubes, aún hay nieve, y hace frío, mucho frio; ya nos lo avisó nuestro amigo Victor cuando estuvo el pasado año. A esas horas las tiendas están cerradas, pero casualmente había un grupo de niños esperándonos arriba para animarnos, qué bueno!. El lado que íbamos a descender era mucho más atractivo a la vista, la cordillera nevada envolviéndonos y el silencio. Hasta que apareció el helicóptero de rescate para un montañero.
El descenso fue más duro porque las tornantis seguían contando. Había que meter primera para tomarlas- Nos adentramos en el pueblo de Trafoi, un maravilloso lugar enclavado en mitad de la montaña. Ya era casi de noche y nos fuimos al hotel aún con zumbido en los oídos por los cambios de altitud tan rápidos.

 

Día 9

Jueves 24 de Julio. “Estos romanos están loc…”

Salimos del hotel cargados y pasamos por Sluderno, Müstair Zernez, pero aquí cogimos otra carretera hacia St. Moritz, disfrutamos de los valles de los Alpes y una vez en dirección a Silvaplana vimos en el lago incluso una escuela de windsurf, en Maloja nos esperaba una sorpresa, un minipuerto diseño Stelvio, para amenizarnos el viaje. Una vez en Italia la ciudad de Chiavena rodeada de bosques, con su arquitectura típica de la zona, te invita a no pasar de largo y al menos tomarte un expreso respirando su rio. Pasamos otro lago antes de llegar a Colico donde con el lago di Como a los pies decidimos bordearlo por el lado de Gravedona. Esta carretera además de estrecha y parcheada, resultó muy estresante por lo mal que conducen los italianos, les da igual continuas, ceda el paso…ejem. Tal vez el contraste de venir de países y gentes tan apacibles y respetuosos fue muy brusco. Encontramos un hotel en la ciudad de Como y aunque daban lluvias para los próximos días nos arriesgamos a quedarnos por allí.

Día 10

Viernes 25 de Julio

Madrugamos para evitar tráfico y aprovechar bien el día. Realizamos el recorrido Como-Bellagio con la moto y tiene unas vistas espléndidas al lago, pero la carretera es muy estrecha y los italianos siguen conduciendo como locos. En Bellagio dejamos la moto y tomamos un barco, cogimos un pasaje que nos permitía visitar varias ciudades en las distintas orillas del lago. En villa Carlota se puede visitar la mansión y los jardines de esta. En Tremezzo, ciudad de las cuestas empinadas, hay un hotel con piscina en el lago de alto estanding.

Me gustó mucho Lenno, donde me comí uno de los mejores helados italianos del viaje. Visitamos la villa de la isla. Menaggio está muy concurrido ya que es ciudad de paso hacia Lugano. En Varenna comimos en el puerto con vistas a las elegantes mansiones de la zona. Por la tarde fuimos a pasear por Bellagio, por sus empedradas calles repletas de tiendas y flores. Allí tomamos un expresso esquisito por un euro…. Y un buen bañito en sus aguas. A última hora de la tarde visitamos el Duomo de Como, nos sorprendió con su arquitectura,con sus tapices, pinturas y esculturas a lo que nos tiene acostumbrados Italia. Mereció la pena.

Día 11

Sábado 26 de Julio.Empieza el regreso.

No había dejado de llover en toda la noche, y tuvimos que cargar la moto mientras nos diluviaba, esta vez nos pusimos bolsas de plástico en los pies –qué remedio- y al menos no se mojaron. La carretera estaba anegada por el agua, cubría la mitad de las ruedas de los coches, así que con la que estaba cayendo (benditas ruedas trail) no visitamos Milán, continuamos hacia Génova, donde dejó de llover aunque camino de Savona nos lloviznó en algunos tramos. Llegamos a San Remo y la entrada es bastante fea, se aprecia la magnificencia de este lugar en el pasado, pero el presente es una marabunta de scooters y bicis callejeando en dirección contraria, atascos infinitos, palacetes mal conservados, y un puerto digno.

Paramos a comer en Menton,una villa tranquila, con un paseo marítimo que lleva a Cap-Martín.

Había que pasar por Mónaco: una ciudad moderna con palacetes bien cuidados y un puerto deportivo donde los yates no te dejan indiferente, la ciudad está muy limpia y cuidada. En el asfalto podemos apreciar tramos del trazado de las carreras de fórmula 1 ya que parece que ese tramo está empedrado de cristales de swaroski por los destellos que producen. Los túneles y el casino son emblemas de esta ciudad.

Continuamos el viaje con mucho (demasiado) viento hasta Montpellier.

 

Día 12

Domingo 27 de Julio. Día de vuelta Montpellier-Salamanca.

El trayecto hasta Toulouse estuvo marcado de nuevo por el viento, pero afortunadamente no hizo casi calor, por lo que avanzamos mucho en el viaje y cuando nos quisimos dar cuenta Bayona nos daba la bienvenida. Lo esencial es una buena media, comida ligera, hidratación y paradas breves. Una vez pasada la frontera comimos en Zarautz y continuamos el viaje que empezó a hacerse pesado por momentos puesto que el calor en el tramo de Burgos a Valladolid se hizo patente. Pero afortunadamente a eso de las 21:20 de la noche, llegamos a casa.

 

Bueno amigos, gracias por leer hasta aquí, espero que os haya gustado. Son muchas cosas, anécdotas, experiencias, emociones en un viaje entre dos (bueno entre tres, la moto fue una ilustre compañera) difícil de explicar con palabras; un viaje en el que solo nos ha dado pena no poder parar a deleitarnos ante esos paisajes en un trayecto en el que todo es bello, es la naturaleza en grado superlativo, una maravilla que no podemos más que recomendar.

Uvss

Esther y Gonzalo.

 

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